lunes, 22 de septiembre de 2014

Historia de una mariposa

Se dice que un hombre encontró un capullo de mariposa y se lo llevó a casa para poder ver cómo nacía. Un día se dio cuenta de que había un pequeño orificio en el capullo y entonces se sentó a observar, durante varias horas, cómo  la mariposa luchaba para poder salir de allí.

Vio cómo se esforzaba para poder pasar su cuerpo a través del pequeño orificio. Hubo un momento en que parecía que ya no progresaba en su intento. Daba la sensación de que había quedado trabada. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y, con unas tijeritas pequeñas, hizo un corte lateral en el orificio para agrandarlo y facilitarle la salida. Así fue como la mariposa salió. No obstante , tenía el cuerpo muy hinchado y las alas pequeñas y dobladas.

El hombre continuó observando esperando que, en cualquier momento, las alas se desdoblarían y crecerían lo suficiente como para soportar  el peso del cuerpo que se contraería y deshincharía. Nada de ello sucedió , y la mariposa sólo podía arrastrarse en círculos con su cuerpo deformado y las alas dobladas...Nunca llegó a volar.

Lo que en su ignorancia no entiendió el hombre, inmerso en su espíritu salvador, era que la restricción de la abertura del capullo y la lucha de la mariposa por salir a través del agujero diminuto, era la forma en que la naturaleza forzaba a los fluidos de su cuerpo a ir hacia las alas a fin de que fueran grandes y fuertes para poder volar.

La libertad y el volar sólo pueden llegar después de la lucha. Y, al privar a la mariposa de su lucha, también le privó de su libertad y de su vuelo.

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