Había una anciana que tenía muchos años pero era muy vital. A pesar de que se movía apoyada en las muletas , era como una dinamo.Ejercía de voluntaria en el Ayuntamiento y siempre estaba dispuesta a ayudar a quien lo necesitara. Un día un nuevo amigo le preguntó qué enfermedad había padecido que le había dejado aquellas secuelas físicas. Ella le explicó que, de niña, había sufrido poliomielitis y que, durante unos años , estuvo casi paralizada.
El amigo le dijo:
- Evidentemente aún tienes un importante problema de movilidad. ¿Cómo puedes hacer tantas cosas ?
La anciana le respondió con una sonrisa :
-¡Ah, querido amigo, es que la parálisis nunca me ha afectado el corazón ni la mente!
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