
El ciego le dijo al paralítico:
- No puedo ver el camino de salida.
El paralítico asintió y respondió:
-Yo no puedo caminar.
Mientras conversaban con tristeza, el paralítico , de repente, exclamó:
-¡Ya sé qué podemos hacer! Cárgame en tus hombros y yo te diré por dónde caminar. Juntos vamos a encontrar la salida de este bosque.
Y así lo hicieron. Uniendo sus capacidades consiguieron lo que , aisladamente, no habían logrado durante mucho tiempo.
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