
Pasaron los años y el águila se hizo vieja. Un día divisó muy por encima de ella, en el límpido cielo, una magnífica ave que flotaba elegante y majestuosamente entre las corrientes de aire, moviendo sus poderosas alas doradas. La vieja águila miraba asombrada hacia arriba.
-¿Qué es esto?- preguntó a una gallina que estaba junto a ella.
- Es un águila , la reina de las aves- respondió la gallina-, pero no pienses en ello. Tú y yo somos diferentes de ella.
De manera que el águila nunca más volvió a pensar en ello. Murió creyendo que era una simple gallina de corral.
Anthony de Mello
No hay comentarios:
Publicar un comentario